viernes, 31 de marzo de 2017

DEPREDADOR

Durante los ochenta Arnold Schwarzenegger conseguía, película tras película, colocarse en los primeros puestos de las taquillas a nivel mundial. Podemos decir que aquella década no sería lo mismo sin sus películas. Sobretodo gracias a Conan, El Bárbaro, Terminator y... Depredador.
Esta última consiguió de nuevo marcar un hito dentro de la cultura popular y desde el día de su estreno depredador se ganó un puesto dentro de las películas de culto del cine fantástico y el monstruo propiamente, un lugar en la iconografía popular.

Recuerdo salir fascinado del cine después de vivir tal experiencia. Me sorprendió mucho el inicio, ya que parecía más una película bélica ambientada en Vietnam (muy habituales entonces), antes que un filme de ciencia ficción (Kong, La Isla Calavera nos vende una intención igual 29 años después).



Desde luego la película tomará un rumbo diferente al que todos esperamos. El cazador extraterrestre se inmiscuye en los acontecimientos humanos (que no comprende ni contempla), para llamar la atención del espectador y al mismo tiempo de los personajes, sobre su existencia. Cazando uno a uno a todo el comando que tiene a su cargo el personaje que interpreta Swarchzenegger.
Cuando se dan cuenta del enemigo que tienen en su contra, la misión cambia su objetivo y el equipo únicamente se centrará en sobrevivir.




La película esta muy bien a nivel de efectos especiales, aunque no hay muchos. Pero son tan buenos que es una de las pocas películas de aquella década que ha envejecido bien y se puede ver sin problemas. Los decorados son naturales y los personajes no requieren de gran vestuario, así que el dinero se invirtió mayoritariamente en los efectos y el resultado es muy bueno. Sobretodo a la hora de recrear al predator, que para mi es uno de los mejores monstruos del cine de todos los tiempos. El diseño y los detalles de su rostro me dejan con la boca abierta cada vez que la veo.




El cazador extraterrestre es un ser sin miedo, con forma humanoide y equipado con tecnología avanzada. Esta última parte le confiere ese aspecto tan interesante y nos da a entender que su especie es muy inteligente. Capaz de construir y utilizar equipos muy avanzados. Lo chocante será descubrir lo que hay debajo del casco, una bestia a la altura del Alien, que por si sola ya sería mortal.




El éxito de la película propició una segunda parte, Depredador 2 (1990), que no consiguió sorprender igual. Como pasa en estos casos, la historia ya era conocida y el factor sorpresa no existía, pero gustó en general y consiguió bastante éxito. En esta nueva entrega la historia se traslada a la ciudad de Los Ángeles y el extraterrestre se inmiscuye esta vez entre bandas mafiosas que luchan por el control de la droga, lo cual por si solo no deja de ser original. Pero lo mejor es el final, donde se descubre la nave del Depredador, repleta de otros como él. Allí  se encuentra una especie de vitrina de trofeos que revolucionó a los fans de todo el mundo. En ella se podían ver cráneos de especies cazadas por el Depredador a lo largo de sus viajes por el espacio y entre ellas se encontraba la de Alien.
Un guiño que estimuló, propició e invitó a que se especulara con la posibilidad de ver a ambos monstruos luchando entre si. Años más tarde se realizarían las películas que todos conocemos al respecto.






En definitiva una gran película, muy entretenida y original que aún respira ese aire de frescura que tuvo el día que se estrenó en 1987. Los años han pasado muy bien por ella y eso es algo que no ocurre con la mayoría.


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